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12 sencillas técnicas para tratar con la gente

Trata de convertirte no en un hombre o una mujer de éxito, si no en una persona de valor

Albert Einstein

El verdadero liderazgo se establece cuando tratas muy bien a las personas, y te ganas su apoyo irrestricto.

Por eso es importante crecer en cuanto al manejo de la gente, e influenciarlas para conseguir buenos resultados.

Aquí describo 12 aspectos sencillos y prácticos, que debes tener muy en cuenta, para mejorar tus relaciones humanas:

1) Haz que la otra persona se sienta importante

Es esencial para agradar a la gente que trates a los demás como personas importantes, dignas y como te gustaría que te trataran a ti mismo.

Es menester que siembres en tus amigos y conocidos semillas de amor, paz, alegría y esperanza. De esa semilla que siembres, ese mismo fruto cosecharás.

Trata de comprender a las personas que se encuentren en tu círculo de influencia.

Algunas personas pueden tener malos días, y malos momentos; sin embargo entiende que los demás cambian sus emociones y no todas las veces reaccionan de la misma forma.

2) Trabaja sobre el corazón y la mente de los demás

La coerción y la manipulación puede tener efectos poco deseables en las demás personas.

Es de vital importancia conocer lo que el otro ama, valora o persigue. Puedes influenciar positivamente a tus semejantes con tacto, con palabras dirijidas a su mente y corazón.

En los negocios y las ventas la capacidad de ver el punto de vista de los demás es vital para el éxito. Es importante que al vender un servicio o producto hablemos de ventajas, beneficios, utilidad.

3) Muéstrate tranquilo y tolerante

Los lideres equilibrados no se enojan con pequeñeces. Una pregunta que debes hacerte es la siguiente: ¿una persona inteligente como yo, le roba la calma esta situación?.

Es importante ponernos en el lugar de la otra persona, para saber porque habló o actuó de esa manera. De esta forma surge la simpatía, el perdón, la aceptación. Saberlo todo es perdonarlo todo.

Relaciones cordiales-Pexels fotos

4) No seas egoísta

La generosidad en la conversación consiste en escuchar más a la otra persona, que hablar nosotros. Nunca demos la impresión de que lo sabemos todo.

La grandeza del líder radica en escuchar a los demás, alentarlos a opinar y expresar sus convicciones y creencias.

5) Trata de ser interesante

Hablemos de lo que le interesa a nuestro interlocutor.

Cuando una persona se reúne con nosotros, brindémosle un gran valor. Que esa persona tenga la impresión de que al asociarse con nosotros está aprendiendo, creciendo, evolucionando.

Seamos la clase de persona que avanza y ayuda a avanzar a todo aquel que se relaciona con nosotros; tanto en el aspecto personal como en lo profesional.

6) Elimina de tu personalidad los aspectos irritantes

Los elementos negativos de nuestra personalidad deben de ser eliminados. Evitemos la crítica, la queja, el enojo.

Cuando criticamos a una persona, justificada o injustificadamente herimos su orgullo y vanidad. Las críticas son como palomas mensajeras siempre vuelven al nido.

Muchas veces queremos corregir y cambiar a los demás, pero porqué no empezar con nosotros mismos. Es más fácil y de mayor utilidad desarraigar los aspectos negativos de nuestra personalidad.

7) Trata de mantener buenas relaciones y solucionar situaciones discordantes

Es importante solucionar, sobre una sincera base cristiana, cada malentendido que halla tenido o que tenga ahora, para mejorar tu relación con los demás.

Es normal que hallan malentendidos y disensiones. Aquí es cuando un líder, debe solucionar estos impases, para la armonía y equilibrio del equipo de trabajo.

Trabajo en equipo-Pexels fotos

8) Practica gustar de la gente

Es vital que te enfoques en las buenas cualidades de tus colegas y equipo de trabajo.

Una vez Benjamín Franklin expresó: «No hablaré mal de hombre alguno y de todos diré todo lo bueno que sepa».

Nunca te expreses en forma negativa o desalentada hacia otra persona; en cambio muestra afecto sincero y genuino hacia el prójimo.

9) Expresa felicitación por el logro, y simpatía en la pena o desilusión

La felicitación es el más poderoso estímulo que se le puede dar a los demás. Elogia cualquier pequeño logro o avance.

Seamos calurosos en la aprobación y abundantes en el elogio. Esas palabras sinceras de aprecio quedarán grabadas en la mente de la otra persona, mucho tiempo después de haberlas olvidado nosotros .

De igual forma, cuando una persona sufre una desilusión o pierde un ser querido, es menester ofrecerle nuestra simpatía, en esos momentos de pena y dolor.

10) Aprende a recordar nombres

Un político cuando empieza su carrera se le enseña lo siguiente: Recordar el nombre de una persona es cualidad de estadista, olvidarlo es ir hacia el olvido político.

Cuando se recuerda el nombre de una persona y se repite con frecuencia, es un halago sútil pero muy efectivo, que le brindamos a nuestro prójimo.

El nombre de una persona es para ella, el sonido más dulce que pueda escuchar. Por el contrario cuando lo olvidamos,o lo escribimos mal quedamos en gran desventaja.

11) Practica la amabilidad

Ser amables es brindarnos a los demás con respeto, cortesía, consideración, empatía.

Demos a los demás un buen trato y estos nos recompensarán con su fidelidad y apoyo.

Una persona demuestra su grandeza, en la forma en que trata a los más pequeños. La sencillez y la humildad son aspectos básicos del liderazgo.

12) Dale fuerza espiritual a la gente, y ellos te darán afecto genuino

Las grandes personas, aquellas que están en la cima de la industria, la tecnología, las artes, la ciencia y la política son humanas, muy calurosas. Se especializan en ser queribles. Ayudemos a los demás, interesémonos en sus problemas.

Cada palabra de aliento, consejo y consideración son como un manantial en el desierto de la frustración, queja o desilusión.

Cuando brindamos fuerza moral y espirítual al otro, se nos es retribuido en afecto sincero y genuino de su parte.