El encanto simplemente es una cuestión de ser tú mismo. Tu singularidad es tu poder
Keith Ferazzi
Si eres buen observador te habrás dado cuenta que existen personas con las que todos quieren estar cerca, transmiten buenas energías, son bastante sociables y la mayoría la consideran como confiables y amigables.
De igual forma, existe otra clase de gente que nadie quiere estar cerca de ellas, que no transmiten buenas vibras, que siempre se ven solas y aburridas. Pareciera que los demás no confían en ellas, o que sus relaciones sociales no son satisfactorias.
La diferencia estriba en las actitudes que la persona asume hacia otros; estas características te pueden convertir en una persona más sociable, agradable, encantadora y un imán que atrae la atención de otros.
Resulta importante reconocer cuales son estas actitudes de la personalidad que te convierten en una persona realmente atractiva. A continuación, según mi opinión, entrego una lista con 10 actitudes que te convierten en una persona más agradable y encantadora.
1. Naturaleza de no juzgar
Si tienes esta característica, probablemente estás familiarizado con el efecto que tiene en las personas que te rodean; se sienten cómodas de ser ellas mismas cerca tuyo, y están dispuestas a compartir la mayoría de las cosas que usualmente no le dicen a nadie.
La mayoría de nuestros juicios y afirmaciones se basan en suposiciones. Nos inventamos películas en nuestra mente y cuando una persona se ríe, creemos que es con nosotros. Si no nos hablan, empezamos a deducir el porqué, y así empezamos a construir falsos juicios de valor.
Lo más aconsejable es basarse en hechos y pruebas. No puedes juzgar a una persona si no la conoces bien, o por un comentario negativo que hagan sobre ella. Es mejor esperar, investigar, profundizar en el asunto, y después sacar tus propias conclusiones.
La honra, reputación y honor de una persona vale más que el oro y la plata, por eso es necesario que te expreses bien de los demás, cuida tu lengua. Si no puedes decir algo agradable o favorable sobre tu hermano, mejor quédate callado, así te evitarás muchos pesares.
De igual manera, es vital aceptar a los demás con sus errores y virtudes, trata de comprender porque actuaron así; de allí nace la amabilidad, el perdón, el amor. No trates de enmendar la plana del prójimo, no los critiques, ni los juzgues. Todos tenemos problemas y luchas.
Así mismo, si alguien te viene a hablar mal de otra persona, trata de excusarla o justificarla. Es mejor no decir nada negativo; no le pongas más picante al asunto. Cuando una persona te habla mal de otro individuo, es una bandera roja, y lo más probable es que más adelante, hable mal de ti con otras personas.
2.Tener una visión optimista de la vida
La persona que siempre anda quejándose, criticando, que recuerda siempre los agravios que le han hecho, no nos agradan, instintivamente. Todos tenemos problemas y dificultades, por lo que no queremos escuchar más de lo mismo.
En éste mismo orden de ideas, la gente que es amargada, que se enoja fácilmente, que es bastante sensible y desconfiada, hace que estemos lejos de ellas. Pero aquellos que siempre tienen una sonrisa en su rostro, que tienen algo bueno y agradable que decir son bienvenidas en nuestro mundo.
Muchos otros son quejosos compulsivos. Se quejan de todos y de todo: se quejan de su cónyuge, de la iglesia, del gobierno, de la vida, de su economía, de la gente, etc. La enfermedad es contagiosa, y cuando observes a personas tóxicas cerca de tu entorno, huye, te pueden inyectar su veneno fácilmente.
Para que seas más encantador trata de sacarle una sonrisa a la gente, ríete de ti mismo, no le des mucha importancia a las dificultades y observa la vida en forma optimista. La existencia es efímera y pasajera, disfruta del hoy, de la familia, de los amigos; el día de mañana no es prometido para ninguno.
3. Una personalidad fuerte y extrovertida
Nos agradan aquellas personas que toman decisiones rápidas y definitivas, que cuando entregan su palabra de honor, cumplen con ella. Así mismo, que actúen, que hagan cosas, aunque se equivoquen.
Te convertirás en una persona más agradable y encantadora cuando tomas iniciativa para hablar con la gente, cuando eres extrovertido, en el momento en que no estés a la defensiva, y no te importe lo que pueden pensar sobre ti.
De igual forma, la gente audaz y valiente se torna más atractiva. Aquellos que asumen riesgos, que no se intimidan ante el cambio, y que siempre dicen sí se puede, los queremos cerca, queremos tener esa misma personalidad; sin miedo y sin vacilar ante los desafíos de la existencia.
4. Honestidad
Una de las características básicas de la gente encantadora es su honestidad y honradez. Si tienen que decirte que has fallado en algo, te lo dirán aunque no te guste. Son personas que te ayudan a crecer porque no te dicen lo que tu quieres oír, sino lo que en realidad es, y te muestran tus errores.
Las personas realmente atractivas y agradables son íntegras y leales. Nunca buscarán aprovecharse de ti, o jugarte sucio. No están buscando intenciones ocultas en otras personas, ni presumen ser más inteligentes, sabias o tener más dinero y fama que otras personas.
La honestidad probablemente no te ayudará a conseguir amigos, pero sí los más indicados. Según mi experiencia, a la gente le agrada escuchar más una mentira piadosa sobre ella, que una verdad cruda. Tu decides entre ser más honesto, o tener más amigos; que en cualquier momento se pueden volver en tu contra.
5. Autenticidad
Una gran actitud de vida de la gente encantadora y agradable es su autenticidad. Nos gusta esas personas que se muestran como en realidad son, que no se ponen una máscara para disimular su personalidad. Que hablen sin pedir permiso, y que expresen sus opiniones, aunque muchos no estén de acuerdo con ellos.
De igual forma, sentimos repulsión ante aquellas personas que quieren complacer y agradar a todo el mundo, mostrándose como no son. Que cambian de opinión cuando otra gente no está de acuerdo con ellos. Ésto demuestra falta de personalidad y debilidad de carácter.
Es importante indicar que las personas auténticas son un imán para los demás. Pueden ser criticados, pueden tener enemigos, pero son ellos mismos, no imitan a nadie, ni quieren ser como ninguno. Si a los demás les caen bien tu forma de ser, satisfactorio; sino, no pasa nada.
6. Ser fiel a ti mismo, a tus ideales, valores y metas
La gente realmente atractiva y agradable son personas de alto valor, que son fieles a sus convicciones, ideales, metas y valores. Puedes confiar en éstas personas porque te defenderán tanto como defienden a su sistema moral.
Cuando tienes metas, propósitos y un buen proyecto de vida eres por naturaleza más atractivo y agradable para los demás. Nos gusta la gente que no hay que empujarla, que tienen iniciativa y que están dispuestas a trabajar en sí mismos y en sus ideales.
De igual manera, es atractiva esa clase de gente que defienden a capa y espada sus más altos valores. Que sus palabras y pensamientos tienen consonancia con su forma de actuar y vivir la existencia. Así mismo, que no se dejan influenciar, y que no caen en trampas y engaños fácilmente.
7. Ser abiertos de mente
Hablarle a personas de mente cerrada es como hablarle a una pared, no tiene sentido y es frustrante. Para una conversación se necesitan dos personas, no una pared y una persona. Aquellos que tienen la mente abierta son personas con quienes es divertido estar, porque en realidad escucharán lo que tienes que decir, aún si no están de acuerdo con todo lo que digas. Así es como intercambiamos perspectivas, y aprendemos unos de otros en el proceso.
Te convertirás en una persona más agradable y encantadora cuando no creas que lo sabes todo, cuando éstas abierto a nuevas ideas y conocimientos, cuando demuestres empatía hacia los demás. Ninguno tiene la verdad absoluta, y muchas veces, otros puntos de vista y perspectivas abren tu mente a nuevos rumbos y nuevas experiencias.
8.Tener buenos modales y tacto
Los buenos modales, el tacto y la educación son la miel que atrae la atención de otras personas. Las gente encantadora se expresan en forma correcta y comedida. Tienen buenos modales, son caballerosos con las damas y piensan antes de hablar, para no cometer impertinencias o indiscreciones.
Existe un dicho que expresa: «lo cortez, no quita lo valiente», por lo que las personas agradables son amables, condescendientes y consideradas con sus semejantes. Reconocen que deben tratar bien a los demás, de la misma forma en que éstas personas quieren ser tratadas.
En éste mismo sentido, la gente encantadora poseen un buen sentido del tacto y la discreción. No entran en discusiones, porque saben que no necesitan convencer a nadie, ni imponer sus opiniones a otros. Prefieren pasar como gente recatada y sobria, que no buscan llamar la atención, ni ser excéntricos o díscolos.
9. No tomarte todo personal
Siempre es incómodo estar alrededor de alguien que se toma todo personalmente, es como caminar sobre cáscaras de huevo. Por otro lado, estar cerca de alguien que no proyecta sus inseguridades en los los demás es un tiempo gastado en buena compañía.
Existe en nuestra cultura mucha gente sensible y orgullosa. No se le puede decir nada, o gastarle una broma porque ya se sienten heridos de muerte, y ya son tus enemigos de por vida. La gente huye de este tipo de personas, que todo lo que dice o hacen los demás, es contra ellos, y andan apercibidos, sin razón o motivo aparente.
Un buen consejo es éste: no te tomes nada como personal. La gente habla o hace cosas, pero tú decides si te afectan o no. No reacciones ante gente mezquina que te quieren robar la calma y tu paz espiritual. Deja que pasen, así como el agua del río que pasa sobre el puente. No podemos beber de la misma agua dos veces.
10. Saber cómo escuchar
Esta es la razón por la que muchas personas encuentran a los introvertidos especialmente encantadores, saben cómo escucharte sin interrumpirte durante una conversación. Aunque no podemos indicar que los extrovertidos son malos para escuchar, algunos de ellos son tan buenos escuchando, como los introvertidos. Pero en promedio, los introvertidos parecen estar dotados con esta característica o cualidad.
En muchas ocasiones por estar pensando qué es lo que vamos a decir, no escuchamos realmente a otras personas. Estamos tan centrados en nuestros asuntos que no nos interesamos en lo que otras personas tienen para expresar. Un buen oyente es un conversador inteligente, por lo que escuchar nos convierte en personas más sabias e ilustradas.
Para terminar puedo expresar lo siguiente: Uno de los anhelos de todos los seres humanos es ser queridos y apreciados. Es menester que pulas tu personalidad y carácter para que seas más agradable y atractivo ante otros. Ésto no significa que estés buscando aceptación o aprobación, simplemente quieres mejorar tus habilidades sociales, hacer más amigos y crecer en todos los aspectos de tu vida.