¿cuál es la mejor herencia que le podemos entregar a nuestros hijos?.
la familia se considera como la primera escuela de valores. El mejor legado para los niños y jóvenes de hoy no son los bienes materiales, ni los títulos, si no los valores de vida que transmitimos por medio del ejemplo y del buen testimonio.
Existen varios aspectos que resulta necesario tener muy en cuenta en la educación actual, aquí enumero 6 de gran utilidad práctica:
1. El respeto como piedra angular
Muchos niños y jóvenes de hoy en día no son lo suficientemente conscientes del valor del respeto a los mayores. La modernidad, en mi concepto, muchas veces se relaciona con la irreverencia, el desenfreno, el libertinaje.
Es indispensable formar a las nuevas generaciones en el respeto, la consideración, atención, afecto y valoración de las demás personas.
Desde el propio hogar, es menester incentivar el respeto por los demás, por las opiniones ajenas y la obediencia a los padres. Cuando en las relaciones familiares existe un clima de paz y armonía, los adolescentes de hoy tendrán mejores bases para ser respetuosos y tolerantes.
2. El diálogo como base de la convivencia
Los niños y jóvenes que crecen en un ambiente de disputas y contiendas familiares tienden a ser más desconfiados y agresivos. Esto se vé reflejado en las escuelas, con patrones de conducta violentos entre los estudiantes.
Para que exista una buena convivencia, el diálogo es bastante necesario. Cada día es importante construir desde el seno familiar, un ambiente de sana convivencia, confianza y armonía; para que nuestros hijos desarrollen el hábito de solucionar las situaciones de forma amistosa.
En mi opinión los jóvenes deberían procurarse tiempos de espacio de silencio interior, para cuando se enfrenten a situaciones problemáticas, actúen de manera calmada, reflexiva y equilibrada.
3. Vivir con total responsabilidad
A través de unos fuertes vínculos familiares, es importante formar a nuestros hijos en el valor de la responsabilidad.
Actuar con plena responsabilidad significa, estar conscientes de las consecuencias de las palabras y actos, en nuestra vida presente y futura.
Se recomienda incentivar la autonomía responsable en los adolescentes, para que ellos se concienticen en el hecho de ser independientes y autosuficientes, en todos los aspectos de su existencia.
4. Austeridad frente al consumismo
Uno de los pilares de las finanzas es la simplificación. Este término se refiere a mantener un estilo de vida libre de los excesos y la disolución.
Vivimos en una sociedad consumista por naturaleza. Muchas veces se considera más el poder adquisitivo, que el valor como persona.
Resulta trascendental inculcar en la juventud de hoy, que la verdadera felicidad no se obtiene con la adquisición constante de bienes materiales.
Cuando nuestros hijos son organizados en cuanto a la administración de su dinero, estamos formando a personas valiosas que buscan la armonía y el equilibrio para sus vidas.
5. Actuar con voluntad y confianza
En mi concepto, el ejercicio de la voluntad sobre la propia existencia, confiere constancia y tenacidad para afrontar las dificultades de una mejor forma.
Podemos transmitir a las nuevas generaciones una extraordinaria confianza cuando los motivamos con palabras llenas de tacto, consideración y estímulo.
Nuestros hijos nos ven como un vivo ejemplo para sus vidas, es por eso que ellos necesitan ser tratados como esas preciosas joyas que necesitan ser moldeadas, para que cumplan el real propósito de su existencia.
6. Mantener siempre una actitud crítica
Hoy en día los medios de comunicación están plagados de informaciones que pueden manipular, para actuar y pensar en determinada forma.
Es aconsejable, en este sentido, alertar a los jóvenes de hoy sobre los peligros del internet y las redes sociales. Muchos niños y adolescentes caen en graves problemas, por falta de orientación, en este aspecto.
Como padres y educadores responsables, resulta importante instruir a las nuevas generaciones sobre los peligros latentes que existen en el ambiente social y educativo actual.
De igual forma, es menester estimular «la asertividad» en los adolescentes de hoy. Esto significa que ellos tengan la capacidad de exponer sus opiniones y criterios abiertamente, sin temor a la crítica y el rechazo.