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El valor de la dignidad: 7 aspectos básicos de la dignidad humana

La posesión más lujosa, el tesoro más valioso que todo mundo tiene, es su dignidad personal.

                     Jackie Robinson

Emmanuel kant, filósofo Alemán (1724-1804), uno de los fundadores del humanismo, propuso la siguiente definición del valor de la dignidad: «El respeto que yo tengo por el otro, o que otro puede exigir de mi es por ende el reconocimiento de una dignidad (dignitas) en los demás hombres y    mujeres, es decir de un valor que no tiene ningún precio, ningún valor equivalente con el que se pueda cambiar el objeto de estimación».

La dignidad humana es un valor tan grande que no tiene precio, ni valor de cambio, ni de uso, que no existe otro bien sobre la tierra al que se pueda equiparar, ni por el cual pueda ser intercambiado. Es al mismo tiempo un valor al cual no podemos renunciar.

Una de las más grandes secuelas del irrespeto a la dignidad humana es el fenómeno de la discriminación. Esta es la causante del sufrimiento de millones de seres humanos, y se manifiesta en los diversos periodos de la historia de diversas maneras. Todas ellas en esencia expropian a amplios grupos de la población al derecho de la igualdad de oportunidades ante la ley, y la vida, y les cercenan el derecho a la diferencia, a la propia identidad, a la diversidad.

A continuación realizo una lista con 7 características o aspectos básicos de la dignidad humana:

1. Se basa en el respeto

Cada hombre y mujer tiene el derecho de exigir el respeto de sus similares, y recíprocamente está obligado él mismo al respeto hacia los demás. La dignidad tiene una importancia fundamental para la educación en valores, pues la persona es considerada como un valor en sí misma.

Toda persona es digna. La dignidad es una cualidad de la persona humana, por lo cual ella es merecedora de algo considerado valioso. Mi dignidad es un estado interior en donde me siento merecedor de respeto, consideración y buen trato. Cuando otra persona traspasa los límites que yo coloco, puedo exigir que se me respete por el derecho inalienable que poseo.

El valor de la dignidad se establece a pesar de la autoridad, el poder y las diferencias económicas. La libertad, la justicia y la igualdad de oportunidades establecen las bases de la dignidad personal, en la cual se tienen en cuenta el respeto a mí propia identidad, a mis creencias, opiniones, cultura, costumbres y características de la personalidad.

2. Toda persona es un medio y no un fin

La humanidad es en sí misma una dignidad,  porque la persona no puede ser tratada por nadie (es decir ni por otros, ni por ella misma), como un mero medio, sino que debe ser tratada en todo tiempo y lugar como un fin; precisamente, en esto consiste su dignidad (su personalidad), por lo cual se eleva por encima de los demás seres de la naturaleza que no pertenecen a la raza humana.

Cuando tratamos a las personas como un medio estamos buscando utilizar a la otros para conseguir nuestros objetivos egoístas. Podemos colocar como ejemplos considerar a las mujeres como un medio de perpetuar la especie, el apellido, la riqueza perteneciente al varon; los pueblos indígenas como fuerza de trabajo servil; los afrodescendientes como fuerza de trabajo esclava y los niños, niñas y jóvenes como «futuro de la humanidad», es decir importantes, no por ser el presente infantil y juvenil de la humanidad, sino porque son personas adultas que perpetuarán el proyecto de sociedad.

Cuando observamos a la gente como un fin y no un medio observamos las cualidades positivas del otro, sentimos el mismo dolor que ellos y buscamos el bien común. Hacemos las cosas para ayudar a otros, ser solidarios y colocar un grano de arena para que este mundo sea más justo, equitativo y altruista.

3. El ser humano es valioso

La dignidad es el valor intrínseco de la persona, inseparable de su esencia. Es un don invaluable con el que nacemos todos los individuos, que merecemos un trato digno a pesar de las diferencias sociales, económicas, culturales y religiosas.

El Papa Argentino Francisco expresó lo siguiente: «las cosas tienen un precio y estas pueden estar a la venta, pero la gente tiene dignidad, la cual es invaluable y vale mucho más que las cosas». Esta sentencia reafirma la importancia de la gente por su dignidad, ya que esta no puede ser comprada ni canjeada.

El valor de la dignidad se considera el bien más preciado sobre la tierra, porque es una cualidad que nos diferencia de los animales. En el momento que una persona menosprecia su dignidad está perdiendo su valor, identidad, amor propio, autoestima y humanidad. La mejor actitud de una persona es actuar con dignidad aún en las situaciones más caóticas y estresantes. Allí se conoce el verdadero valor de la gente.

4. Se relaciona con la igualdad y la tolerancia

El valor de la dignidad se encuentra estrechamente relacionado al trato tolerante e igualitario para con otras personas. Toda persona en cualquier etapa de su vida es igualmente digna y valiosa: en la niñez, en la adolescencia, en la juventud, en la edad adulta y en la ancianidad.

La discriminación por motivos de raza, sexo, religión, procedencia o cultura son las que más atentan contra la dignidad humana. La consideración igualitaria de la gente, a pesar de diversas circunstancias adversas demuestran el carácter del individuo.

La dignidad se relaciona mucho con la tolerancia y el respeto a la diversidad. Las diferencias de carácter, personalidad, actitudes y valores son lo que constituyen lo único y especial de todo individuo. Aquellas personas a las que consideramos raras muchas veces tienen grandes talentos y habilidades, de lo que la gente común y corriente carece.

5. La dignidad es empatía y buen trato

Cuando una persona se coloca en el lugar de otra, sintiendo su dolor y sufrimiento está respetando la dignidad de los demás, porque lo digno y valioso de la gente  se mantiene a pesar de las circunstancias desafortunadas.

El filósofo Ruso Mijail Bakunin cierta vez expresó: «la libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame». Con esta afirmación Bakunin reconoce la libertad de todo individuo para hacer el bien, ayudar y respetar la dignidad de las demás personas.

Podemos indicar que el carácter de una persona se conoce a profundidad por la manera en que trata a los más pequeños, pobres y desafortunados. Si tiene empatía y le gusta ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio, muestra grandes principios y notables valores. También podemos saber mucho de la psicología de la gente por la forma en que trata a los animales, a los niños y a los ancianos.

6. Es un derecho humano fundamental

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Esta premisa se encuentra establecida en el artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Esto nos indica que desde el momento del nacimiento hasta el día de su partida terrenal tanto el hombre como la mujer poseen una dignidad, igualdad y libertad garantizadas por la normas jurídicas. Todo ser humano posee el derecho inalienable de hacer respetar su dignidad personal.

La ley establece sanciones severas para aquellas personas que esclavicen a otras en contra de su voluntad, la trata de personas, la prostitución forzada, el abuso de menores y discapacitados. Estos actos atentan contra la dignidad, la libertad y los derechos del hombre y del ciudadano.

7. La dignidad es fortaleza interior

Michael Winn, actor y escritor estadounidense, expresa en cuanto a la dignidad lo siguiente: «la dignidad es la habilidad de permanecer fuerte y con la cabeza en alto mientras te enfrentas a la adversidad, al mismo tiempo que eres capaz de reverenciar a los mayores y gatear con los niños». La dignidad es mantenerte firme en tus creencias sin cerrar tu mente a otra opinión.

La fortaleza interior de permanecer firmes ante la adversidad, las pruebas y los obstáculos demuestran dignidad y amor propio. Consiste en reconocer tu valor y perseverancia ante los desafíos de la existencia, aunque los demás no confíen en ti, ni te apoyen.

En el sentido más amplio de la palabra, la dignidad es ese sentimiento de valía, amor propio y autoestima que te permite caminar con confianza por los caminos de la vida, alzar la voz ante las injusticias, y no permitir que otros pisoteen tu esencia y tu identidad personal.

CADA PERSONA VALE

(Gen Rosso)

Cada persona es
Como un instante del tiempo
Que viene, ha sido
Y ya no se repetirá nunca más

Cada persona tiene un valor inmenso
Que nada ni nadie
podrá comprar jamás

No es la piel, no es el pobre vestido
No es la edad, no es su dinero
Lo que te dirá
Cuánto vale una persona

Cada persona vale
Cuanta otra persona
Cada persona vale
Lo que nosotros mismos
Si una persona llora,
Tú llora, llora con ella;
Si una persona ríe,
Ríe, tú con ella.

Así se comparte el dolor
Y se multiplica la alegría