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8 emociones que influyen en mis finanzas personales

A medida que gastas dinero, debes tener el coraje de autoauditarte y descifrar qué emociones están impulsando tus gastos

            Deborah Smith Pegues

Algunas veces hemos adquirido un producto o servicio llevados por la emoción del momento, luego hemos comprobado que no lo necesitábamos con tanta urgencia. Siempre queremos pensar que todo lo que hacemos es de manera racional y analizada, pero no es así.

En nuestras decisiones financieras influyen emociones relacionadas con nuestra personalidad, el estado de ánimo, el entorno y la presión de las demás personas. Son una variedad de factores que influyen y pueden llevarnos a comprar por impulso y desmejorar nuestras finanzas personales.

Existen personas que consumen compulsivamente cuando las embarga sentimientos de tristeza, celos, vanidad, complacencia entre otras. Nuestro cerebro puede darnos recompensas relacionadas con la adquisición de un producto o servicio, o por la forma en que otras personas reaccionan cuando realizo ostentación de mis bienes.

Resulta importante reconocer que tipo de emociones y sentimientos experimentamos al manejar nuestras finanzas personales, y cómo influyen. A continuación realizo una lista con las 8 principales emociones que afectan nuestras finanzas personales, y la mejor manera de manejar esa emoción:

1. Vanidad

Se manifiesta en mi necesidad de admiración por parte de otras personas, al adquirir bienes o servicios, sin importar mi presupuesto. Me siento bien al adquirir un producto costoso y lujoso porque despierto la envidia de otras personas, me siento con un mayor estatus y me gusta que me alaben por las nuevas adquisiciones que realizo.

Mi ego y orgullo se satisface al adquirir un nuevo producto que nadie tiene, me gusta estar a la moda y endeudarme para satisfacer mis caprichos. Me siento superior a otros cuando adquiero nuevos productos y servicios. Me encanta presumir de mis posesiones en el momento en que mis familiares y amigos me visitan.

Para superar este sentimiento o emoción que me embarga es importante que antes de realizar una compra espere dos semanas para observar si mi presupuesto me lo permite; o si es más adecuado ahorrar, para después adquirirlo

2. Celos

Esta emoción se apodera de mi cuando deseo los bienes de las personas que me rodean, sin importar cuánto más deba gastar. Mi mente me indica que si otros pueden yo también, no quiero quedarme rezagado con respecto a mis amigos, familiares o vecinos.

Mis hijos y mi esposa me dicen lo bien que viven y visten ciertos amigos y conocidos, no podemos estar menos que ellos; aunque sé que el presupuesto no nos alcanza pediré algún dinero prestado, para comprarnos esas cosas que tanto nos gustan y que otros tienen.

Para evitar que la emoción de celos arruine mis finanzas es importante que reconozca mi deseo y analizaré si me conviene, si está dentro de mi presupuesto y ahorraré para adquirirlo. No puedo comprometer mis ingresos futuros solo por una satisfacción momentánea y porque otras personas han adquirido ciertos productos o servicios. Si mi presupuesto no me lo permite, no puedo realizar ese gasto.

3. Complacencia

Confío en la estabilidad de mi ingreso mensual y no planifico para el futuro. El día de hoy tengo unos muy buenos ingresos por lo que puedo darme ciertos gustos y placeres. Tengo que disfrutar ahora y gastar porque no se cuanto más pueda vivir y disfrutar.

Me siento bien con respecto a mis finanzas, mis ingresos son buenos; aunque me gasto todo lo que gano. Pero para eso se hizo el dinero para gastarlo, porque después otros lo disfrutan, me lo pueden robar o simplemente pierde su valor original.

Para contrarrestar la emoción de complacencia es importante que yo sea consciente de que mi ingreso mensual podría cambiar y me comprometeré a ahorrar un fondo de emergencia. Puede suceder una calamidad repentina por lo que estar preparado es la mejor decisión que puedo tomar. Es mejor preveer, que lamentar.

4. Resentimiento

Me resiento conmigo mismo por no poder solucionar mis problemas financieros y le echo la culpa a otras personas como mi cónyuge, hijos y otros familiares. Considero que las finanzas no son tan importantes, es mejor ser feliz; ya después veré como hago para solucionar mis inconvenientes financieros.

La verdad es que yo no tengo la culpa de lo difícil de la situación económica mundial. El estado no me apoya, me siento indefenso por que otras personas me han robado y se han aprovechado de mi. Soy buena persona y me gusta ayudar a otros, aunque quede en una situación financiera desventajosa.

Me haré responsable de mis finanzas, ya que solo dependen de los cambios que yo pueda hacer para mi bienestar. No pondré excusas ni le echaré la culpa a ninguno por el nivel de mis finanzas personales. Yo digo no cuando no puedo ayudar a otros, tengo un criterio definido y yo soy el capitán del barco de mis finanzas personales.

5. Desconocimiento

Me angustia administrar mis problemas financieros porque no se cómo hacerlo. No soy bueno con los números y eso de llevar registro de gastos y presupuesto no es lo mio. Quiero sentirme libre, y no deseo que otras personas me digan que es lo que debo hacer con mi dinero.

Cuando tengo dinero en el bolsillo me entra cierta ansiedad que se me quita cuando visito el centro comercial, cuando compro algo y me doy mis gustos. Para eso trabajo y yo se que gastar y disfrutar es lo mejor que puedo hacer hoy.

Buscaré las herramientas para ordenar mis finanzas o le pediré la ayuda a otra persona que sepa más que yo y que me pueda orientar. Las finanzas personales es un tema demasiado importante para dejarlo al azar. Buscaré un contador para que lleve mis cuentas y me asesoraré para realizar un plan de ahorros e inversiones.

6. Temor

Me atemoriza analizar mis finanzas personales por los problemas financieros que pueda encontrar. Siento que mis finanzas no están bien, pero es mejor no tener la certeza, el otro mes empiezo a revisar todo y a hacer los cambios respectivos. Quiero continuar con mi estilo de vida, sin que importe el mañana.

Siento temor de que otras personas se den cuenta de que tengo problemas financieros. Me gusta aparentar que tengo una excelente economía aunque no sea así. Siento que la gente me quiere más cuando soy generoso y desprendido.

Para solucionar el problema del temor atenderé mis posibles problemas financieros de inmediato porque sino estos podrían empeorar. Resulta de trascendental importancia conocer realmente cómo están mis finanzas. La verdad me hace libre, y puedo realizar los cambios necesarios antes de que sea demasiado tarde.

7. Pereza

Dejo mis finanzas para otro momento porque me siento con pereza, y me concentro en mis actividades diarias. Eso de llevar registro de gastos y presupuesto no es lo mio, odio los números y por eso le digo a mi pareja que se encargue de eso.

Claro que me gusta gastar y darme mis lujos, nadie me puede quitar eso. Ahorraré más adelante porque ahora tengo deudas y no me alcanza para guardar. Tengo tantas cosas que hacer en el día a día que no me queda tiempo para atender mi economía.

Controlaré mis finanzas como parte de mis actividades diarias, y las revisaré a fin de mes. Llevaré un registro de gastos y me ceñiré a un presupuesto. Manejar mis finanzas es una prioridad en mis actividades diarias para mantener un adecuado bienestar económico.

8. Aburrimiento

No me concentro en mis finanzas personales porque es una actividad monótona y aburrida, por lo que realizo otras actividades más placenteras y divertidas.

Me siento aburrido con facilidad por lo que irme de compras es una actividad que me genera satisfacción y entretenimiento. Tener nuevos y variados productos me saca de la rutina, lo hago para desestresarme y motivarme a seguir produciendo y trabajando.

Para controlar esta emoción negativa es menester que haga de mis finanzas una actividad bastante satisfactoria, descargando una buena aplicación y entendiendo que mis finanzas personales son tan importantes, que de ello depende mi futuro y el de mi familia.