El avance tecnológico y la proliferación de las redes sociales pueden convertir a los niños y jóvenes en blancos fáciles de los depredadores sexuales que abundan en internet.
Estos peligrosos sujetos se disfrazan con perfiles falsos, buscando ganarse la confianza de desprevenidos jóvenes y niños; para luego acosarlos, amenazarlos y abusar de ellos.
Ante esta preocupante situación es necesario tomar precauciones. A continuación expongo 7 pasos para evitar que nuestros hijos caigan en estas trampas.
1. Alertar a los niños y jóvenes sobre los riesgos que implican el uso de las redes sociales
Es importante explicar estos términos a los niños y jóvenes de hoy:
a) Ciberacoso
Se produce cuando una persona intimida, molesta, y busca favores sexuales utilizando las redes sociales como plataforma para llevar a cabo sus delitos
b) Grooming
Se presenta cuando un adulto trata de conseguir favores sexuales de niños y jóvenes utilizando falsos perfiles en las redes sociales.
c) Sexting
Consiste en el intercambio de fotografías o videos con contenido erótico entre jóvenes, niños y personas adultas. Estos elementos pueden ser usados, posteriormente, para extorsionar.
Es necesario alertar a los niños y adolescentes sobre lo peligroso y negativo de caer en estas prácticas, tomando medidas preventivas como por ejemplo no aceptar solicitudes de amistad de personas desconocidas y que no deben dialogar con extraños en las redes sociales.
2. Brindar confianza y diálogo
Los depredadores sexuales aprovechan las rupturas familiares y la falta de comunicación entre los adolescentes, niños y padres para cometer sus delitos.
Es necesario brindarle al niño o a la joven una total confianza para que exprese sus inquietudes, temores o sí existe una amenaza real en las redes sociales.
La ingenuidad de ciertos niños y jóvenes y la falta de interés de los padres en estos asuntos, convierten a muchos adolescentes en presas fáciles de gente inescrupulosa y depravada.
3. Limitar el uso del internet en casa
Es necesario el día de hoy establecer límites en este sentido. Resulta inadecuado que una joven o un niño permanesca en el ordenador de su computador ó metido en su teléfono móvil todo el día.
La tecnología puede afectar la comunicación familiar. Existen adolescentes y niños que se convierten en adictos a las redes sociales. Es allí en donde pueden adquirir hábitos negativos como la pornografía, la adicción a las drogas y el alcohol; y la práctica de desviaciones sexuales.
He observado con preocupación como proliferan los grupos de whatsapp en facebook, con contenidos pornográficos y pedofilos explícitos, los cuales se convierten en uno de los canales preferidos por los ciberacosadores. Es importante indicarles a los jóvenes y niños que se alejen de estos grupos de whatsapp, para que no sean blancos fáciles de este tipo de gente.
4. Prestar mucha atención a lo que hacen después de colegio y en su tiempo libre
La continua vigilancia de la forma en que nuestros hijos hacen uso del tiempo libre, y conocer a sus amigos más cercanos, disminuyen el riesgo de ser victimas de los peligros en las redes sociales.
En este sentido es recomendable brindarles confianza a nuestros niños y jóvenes, pero enfatizar en que deben ser muy cuidadosos con las personas que están a su alrededor y aquellos que son «amigos» virtuales.
Es necesario indicarles que hablar con un desconocido por internet no lo convierte en un conocido y que la comunicación física es más adecuada que la que se entabla por medio de las redes sociales.
5. Asegurarse de que los menores de edad respeten los límites de edad en los sitios web
Existe un enemigo confeso en el internet y las redes sociales: la pornografía. Muchos jóvenes inconcientemente caen en esta adicción que puede pervertir su mente y su conducta.
Esta práctica denigra el cuerpo del hombre y la mujer, hasta convertirlos en objetos sexuales. Aquí es importante recalcar a nuestros niños y jóvenes que lo apariencia física cuenta, pero más importante es la personalidad y la bondad de un individuo. Además que nuestro cuerpo es templo del espíritu santo, y debemos cuidarlo, para agradar a Dios.
6. Entregarles recomendaciones sobre los aspectos de privacidad en las redes sociales
Resulta necesario explicarles a los niños y adolescentes que deben tener mucho cuidado con las fotos y la información que se entrega en las redes sociales.
Es aconsejable decirles que no publiquen su dirección, número de teléfono y ubicación exacta cuando hacen publicaciones. Las fotos deben ser pulcras y decentes, sin mostrar más de lo debido. Es mejor que las publicaciones sean para sus amigos, y no para todo público, como norma general.
Otro aspecto importante es que utilicen el respeto y la educación al hacer comentarios y publicaciones en las redes sociales, porque en la forma en que los niños y jóvenes se expresan; así son considerados.
7. Explicarles los hábitos positivos en las redes sociales
La tecnología y las redes sociales nos ofrecen ciertas ventajas como incrementar la interacción social, facilitar la comunicación y acercar a la gente y su cultura.
Los niños y los jóvenes utilizan, de igual manera, las nuevas tecnologías para expresar sus sentimientos, hacer amigos y ser aceptados por un determinado grupo. En el afán por convertirse en personas populares, con muchos amigos e innumerables me gusta, adoptan actitudes negativas en las redes sociales.
Cuando una jóven o un niño desea sentirse importante y aceptado en determinado círculo de amigos, puede caer en trampas y aceptar pretensiones que estos les hacen.
Aquí resulta satisfactorio expresarles a nuestros hijos que ellos son de gran valor, que no deben buscar el aplauso y la aceptación de los demás; y que es trascendental que se guarden y sean recatados y puros.
Hoy en día existen una visible propagación de antivalores que conllevan a que los niños y jóvenes adopten actitudes y comportamientos negativos que para ellos resultan «normales».
Lo mejor que podemos hacer por nuestros niños y jóvenes es instruirlos en el correcto uso y no en el abuso de las redes sociales, para que ellos tomen conciencia y hábitos positivos para disminuir los riesgos y peligros existentes en las nuevas tecnologías.