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El valor de la bondad: 8 características de las personas bondadosas

La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones 

                      Marie Curie

El valor de la bondad se define como: actitud del carácter en donde la persona busca hacer el bien, ayudar a otros, aconsejar y servir. Significa actuar siguiendo la máxima del amor, la comprensión y la generosidad para con otras personas.

No se encuentra de moda la bondad, no son noticia las buenas acciones. Sin embargo en medio de esta jungla despiadada en que vivimos, donde todo se justifica en nombre del poder, la fama y el dinero, son importar, ni escatimar fraudes, engaños, calumnias, falsedades, abusos de poder, manipulaciones, chantaje y otras estrategias para el triunfo en la sociedad; todavía quedan corazones humanos, en los que tiene cabida la bondad.

La bondad es un valor siempre presente y su cotización en alza porque se observa en los jóvenes de hoy en día, un renacer a la generosidad, al gozo indescriptible de dar y compartir, de vivir humildemente y disfrutar de las cosas sencillas de la vida. En mi opinión, se está presentando un giro hacia el mundo del espíritu, pues cada día adquieren mayoría protagonismo los valores de rango superior como la amistad, la generosidad, la autenticidad, la belleza, la alegría y la bondad, entre otras.

Existen muchas personas buenas, sencillamente buenas que se encuentran allí, en todos los pueblos y ciudades. Son personas de toda edad y condición social, que viven tanto en barrios humildes, como en urbanizaciones residenciales dónde habitan los poderosos y adinerados. Lo que sucede es que la bondad no tiene prensa, no se anuncia, no es noticia, no produce dividendos.

Resulta importante reconocer algunas características básicas de la gente bondadosa. Dentro de Las cuales encontramos las siguientes:

1. No le entregan demasiada importancia a sus buenas acciones

 El valor de la bondad es signo de grandeza del carácter. La gente bondadosa actúa sin entregar mucha importancia a sus buenas acciones. No buscan aplauso, reconocimiento o premio, lo hacen simplemente por que esa es su naturaleza, tienen ese rasgo distintivo de la personalidad.

Quién existe para dar y para darse practica la bondad, y lo realiza con sencillez, sin tocar la campanilla para recibir aprobación y felicitaciones; en secreto o a la luz, con naturalidad, sin darse importancia, porque entiende que los actos bondadosos enriquecen más a quién los hace, que a quién los recibe.

Sin lugar a dudas, la bondad es, además, el signo inconfundible de la verdadera grandeza del alma y del carácter. De manera clara y determinante lo expresa Romain Rolland en ésta frase: «no reconozco otro signo de superioridad que la bondad. Sin grandeza de carácter no hay hombre grande, ni artista grande, ni gran hombre de acción, sinó ídolos para la multitud, que sucumben con el tiempo»

 2. Siempre tratan a los demás con afecto y comprensión

Las personas bondadosas se caracterizan por demostrar afecto y comprensión genuinas. Una característica de la gente buena es el trato afectuoso, amable y respetuoso con los demás seres humanos.

De igual manera, la gente con bondad en su corazón tratan de comprender a otros, sus luchas, problemas y anhelos. Es la actitud de colocarse en el lugar de otros, sin juzgar u ofender, sino con mucha comprensión, cariño y amabilidad.

Cierta vez Francisco de Sales afirmó: «sucede con frecuencia que con tal ahínco deseamos ser ángeles del cielo que nos olvidamos de ser personas de bien en la tierra». Esta frase nos muestra la importancia de ser personas buenas, de buscar el bien común. Es necesario que tengamos la virtud de tratar a todos con mucha bondad, comprensión y afecto.

 3. Tiene más importancia para ellos el amor , que el poder, la gloria o el dinero

La gente bondadosa vive por el amor, para el amor, ejercita el amor y lo enseña con su ejemplo a los demás, siendo ellas mismas básicamente amor. Son sembradoras de ilusiones que establece por doquier lazos de unión y entendimiento entre los humanos y desmantela, con el ímpetu y el fuego de su espíritu, los entramados de odio, discordias y resentimientos.

La persona buena posee el arte, la ciencia y la magia de saber encender unas luz de esperanza en la oscuridad de muchas vidas, que antes se debatían pérdidas en en las tinieblas de una existencia mediocre y sin perspectivas. Así mismo, los bondadosos disfrutan aliviando penas y dolores, animando y consolando a los deprimidos; y devolviendo la sonrisa y la alegría a los rostros demudados por el sufrimiento y la tristeza.

El hombre bueno comprendió un día que vivir solo para si mismo equivalía a vivir en la pobreza del espíritu, atado a la tierra, oprimido por la inseguridad y los temores, y sin una causa noble que justificara su propia existencia. Por eso, desde aquel día saborea a cada instante con gozo que vivir para los demás no solo es motivo suficiente y razón de peso que justifique su vida en la tierra, sino que además es la más esplendida y gratificante experiencia humana a la que se pueda aspirar.

 4. Rechazan de plano la manipulación y el engaño

Las personas que practican la bondad como forma de vida se alejan de actitudes maquiavélicas como la manipulación y el engaño. Reconocen que actuar con bondad significa ser justos, amables, íntegros, leales y trasparentes.

En un mundo corrupto y malvado las personas que practican la bondad son como la luz que ilumina la oscuridad del alma. Hoy en día muchas personas para conseguir sus objetivos egoístas recurren a estrategias poco éticas y a los antivalores. No hay que confundir bondad con ingenuidad, y estar atentos ante la gente que se quiere aprovechar de nosotros.

 5. Intentan ver el lado bueno y positivo de las personas

La riqueza interior de las gente bondadosa se manifiesta en descubrir el lado bueno de las personas y las cosas. Esto significa que están atentos a encontrar en las personas con quién conviven cualidades dignas de consideración y aprecio; no escatimando alabanza y expresiones de calurosa apreciación con cualquier persona que lo merezca.

De igual forma, las personas bondadosas
Siempre están abiertas a la esperanza, a encontrar soluciones y alternativas ante las circunstancias difíciles, sin perder la calma. Viven en constante actitud de servicio para con los más necesitados; y ejercitan la generosidad de forma callada y sencilla, sin pretensiones de notoriedad.

En éste mismo orden de ideas, la gente bondadosa reconocen que las demás personas poseen rasgos positivos, que resulta importante apreciar, dejando de lado los aspectos negativos, ya que ninguna persona es perfecta.

 6. Viven de acuerdo con sus convicciones y con su conciencia

Las personas que ejercitan la bondad han desarrollado previamente principios y valores humanos de rango superior que entregan consistencia a la personalidad y hacen patente un alto grado de madurez mental, psíquica y afectiva. Me refiero a la amabilidad, la paciencia, la tolerancia, la solidaridad, la comprensión y la concordia. Todas ellas hacen parte de la bondad, Las cuales les dan consistencia, entidad, sentido y coherencia a la conducta.

Las gente buena siempre está abierta a practicar buenos valores como la generosidad, la comprensión, el perdón, la sonrisa y el abrazo sincero del hermano, luchando contra la opresión y la injusticia, y por eso para todo hombre bueno vivir es la más hermosa y apasionante aventura.

Ser bueno, también significa tener el valor de poner amor donde existe el odio. No permanecer indiferentes ante el sufrimiento ajeno, sino brindar una ayuda desinteresada, sin escatimar esfuerzos para llevar esperanza, alegría e ilusiones a cualquier ser humano necesitado, que encontremos en el camino.

 7. El respeto, el amor y la generosidad con los demás presiden todas sus acciones

El respeto es el cimiento, la base en donde se afirman y se elevan los demás valores y especialmente la bondad como síntesis de todos ellos. La bondad es mayor, más auténtica, en cuanto más profundo y sólido sea el respeto por sí mismo, y por los demás.

La bondad es como el susurro cálido y sereno de una voz amiga siempre atenta a proporcionarnos la seguridad y la paz que necesitamos. La bondad es compañía en la soledad, alivio en las penas, comprensión que invita a la toma de decisiones en las dudas, luz en la oscuridad; y en los momentos en que no se encuentran alternativas, esperanza en la desesperación, alegría en medio de la tristeza y paciencia en los acuerdos y discusiones.

Así mismo, el amor y la generosidad completan la piedra angular de la bondad. La gente buena demuestran su carácter por medio de las buenas acciones, el ser desprendidos y brindar amor, paz y cariño a todas esas personas; que por cualquier motivo o razón se encuentren desesperadas y faltas de motivación y aliento

 8. Su felicidad es mayor en la medida en que contribuyen a hacer felices a otros

Podemos indicar que la bondad y la felicidad guardan una estrecha relación. No podemos sentirnos felices y a gusto con nosotros mismos aceptando nuestra propia realidad, si en nuestro corazón albergamos odios y rencores que nos desestabilizan tanto física como psíquicamente.

La felicidad verdadera presupone que la persona que aspire a lograrla disponga de nobleza de espíritu y de carácter; y de un corazón predispuesto al perdón, a la comprensión, a la tolerancia y al amor. No es posible encontrar en la historia de la humanidad hombres y mujeres verdaderamente felices que practicaron la maldad, la intransigencia y el desamor. Felicidad y bondad son aves del mismo plumaje que siempre vuelan juntos.

La felicidad como valor de rango superior no es aquella que implica pasarla bien, tener riquezas, salud y no carecer de nada. LA FELICIDAD con mayúsculas tiene mucho que ver con la bondad y el haber encontrado un sentido a la propia existencia.