Se ha detectado una gran problematica educativa y social en la actualidad: muchos niños y jóvenes padecen problemas de salud mental, depresión adolescente, y se ha duplicado la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años.
Los niños y adolescentes de hoy están siendo sobreestimulados y sobreregalados de objetos materiales. Muchos padres confunden el amor con la complacencia; además le están entregando a los hijos lo que quieren y no lo que necesitan. En el aspecto de la educación desde el hogar se está fallando en lo siguiente:
1. Padres ocupados y ausentes emocionalmente
En el hogar los niños y adolescentes necesitan compañía, espacio para compartir con sus padres y sentirse valorados e importantes.
Existen muchos padres ocupados digitalmente, así mismo hijos que se pierden en los celulares y la tecnología. La comunicación para fortalecer los lazos familiares se está perdiendo; y los momentos de esparcimiento, recreo y motivación educativa, son cada vez menores.
Esta situación conlleva a que los niños y jóvenes acudan a motivaciones externas para llenar el vacío interior que experimentan. Se vuelven vulnerables a comportamientos negativos como: la delincuencia, la drogadicción, el pandillerismo, la homosexualidad, etc…
Es importante brindar apoyo emocional y psicológico a los niños y adolescentes para mejorar su formación, su carácter y educación integral.
En este sentido se recomienda volver a lo básico: conéctese emocionalmente con sus hijos: juegue, sonría, abrace, bese, cosquillee, lea, baile, salte y gatee con ellos. La formación y educación empieza desde casa.
2. Padres permisivos e indulgentes
Es importante que los padres aprendan a decir «no» a sus hijos. Establecer límites definidos en el hogar es indispensable; en cuanto a los horarios par ir a la cama, apagar los celulares y realizar las tareas educativas.
Se recomienda en el hogar establecer responsabilidades. Desde pequeños los niños deberían colaborar con tareas sencillas como: doblar la ropa, recoger los platos, asear su cuarto, darle la comida al perro, etc…
Una sana costumbre es llevar a los niños a la iglesia, para que ellos desde pequeños vayan aprendiendo los valores y educación cristiana.
Los adolescentes cuando llegan a una determinada edad ya se sienten independientes. Enséñeles que mientras vivan en su mismo techo, usted pone las reglas y todo lo deben hacer con su autorización. La mejor forma de educar es con el ejemplo. Enséñeles a ser obedientes, recatados, puros y honestos en todo.
3. Estilo de vida sedentario
Al ingresar en el seno de una familia actual podemos encontrarnos con la siguiente imagen: el padre observando las noticias en la televisión, la madre respondiendo a un chat en su celular y los hijos jugando en su Tablet o computador.
En este sentido es importante que eduquemos a los niños y jóvenes para evitar el sedentarismo. realice actividades recreativas con sus hijos como ciclismo, caminata, pesca, natación o algún otro deporte. Desde pequeños es menester enseñarlos a realizar ejercicios y estar siempre activos.
Tengamos cuidado con la salud de los niños: evitemos la comida chatarra y procuremos brindarles alimentos ricos en proteínas y vitaminas. El sobrepeso infantil es la causa de muchas enfermedades, que se puede evitar con hábitos de vida saludables.
4. No utilices la tecnología como cura para el aburrimiento de sus hijos
frecuentemente cuando un niño expresa que se siente aburrido, los padres le ofrecen un aparato electrónico para que se entretenga. Este es un error en el plano educativo porque los niños se vuelven adictos a la tecnología.
El aburrimiento en los niños y adolescentes también es necesario. Este espacio debería utilizarse para la reflexión y poner a prueba la creatividad de nuestros hijos. Existen otras actividades lúdicas y educativas para mantenerlos ocupados como leer, dibujar, escribir, practicar un juego de meza, cantar, etc…
Es aconsejable, en este mismo orden de ideas, establecer momentos libres de la tecnología como una reunión o cena familiar. En la educación y formación desde casa un ejemplo vale más que mil palabras; resulta necesario desconectarnos nosotros de la tecnología, para que nuestros hijos sean menos dependientes de ellas.
5. Ayúdales a reconocer y a gestionar sus propia ira y frustración
Es importante inculcar el valor de la resiliencia en los niños y adolescentes. Es fundamental que ellos manejen de forma adecuada sus propias dificultades y derrota. En la «educación para la vida» es necesario que los niños se equivoquen, que sufran una decepción. No debemos protegerlos ante estas situaciones, pero sí aconsejarlos y brindarles nuestro apoyo irrestricto.
Es muy importante hacerles saber que cuentan con nuestro apoyo en los momentos difíciles, pero que ellos mismos deben aprender a superar los obstáculos. El valor de la resiliencia consiste en aprender, continuar y avanzar, a pesar de la derrota.
Para finalizar puedo expresar lo siguiente es necesario implementar lo básico: la educación en valores. Motive y enseñe a sus hijos a saludar, a respetar a los mayores, a tomar turnos, a compartir, a decir gracias y por favor, a reconocer el error y disculparse. Es importante que usted y yo seamos modelos de esos valores que inculcamos.