Toda nuestra amargura por aquello de lo que carecemos, procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos
Daniel Defoe
La palabra amargura proviene del griego pilkria que significa punzada, veneno, una raíz amarga que produce un fruto amargo. Es un sabor amargo y venenoso que sentimos cuando una persona nos ofende, nos rebaja, engaña o abusa de nuestra confianza.
Quiero contar una historia. Cierta vez estaban dos hombres a la orilla de un río. Se disponían a pasar al otro lado, cuando observaron a una viejita que se quejaba porque no podía pasar . La altura de la corriente del río era regular y ella no tenía suficiente fuerza. Los dos hombres se miraron y dijeron: «vamos a ayudarla». La anciana era un poco pesada y gruesa. Entre los dos la agarraron, cargaron y la pasaron a la otra orilla. La viejita ni siquiera les dió las gracias.
Algun tiempo después de estar caminando, uno de los hombres se empieza a quejar y le dice al otro: «Me duele la espalda y los brazos por cargar a la viejita, yo no sé quién nos mandó». Y siguió quejándose que le dolía, que ni siquiera les dió las gracias. Su queja era repetida y cada vez que se acordaba de la anciana se sentía con ira. Y el amigo le dice al otro: «ajá tú no dices nada estamos adoloridos por esa viejita». El amigo le responde: «yo me olvidé de la viejita, eso ya pasó y no voy a estar cargando con ella todo el día».
De igual manera, nos pasa en nuestra vida. Cargamos con desaires, ofensas y engaños desde hace mucho tiempo, y no soltamos a la viejita. Tenemos una raíz de amargura en nuestro corazón por cosas que sucedieron hace 10, 15 o 20 años. Es importante que soltemos la carga, olvidemos a la viejita, para estar más contentos y felices.
Según mi opinión, estás son 7 buenas formas de desterrar la raíz de amargura de nuestro ser:
1. Elimina todo lenguaje negativo
Las personas amargadas tienen como característica principal utilizar un lenguaje negativo. Una persona cuando está amargada todo le duele y de todo se queja. Empieza por hablar mal del país,del gobierno, de la economía, del trabajo, etc.
Es importante para quitar toda raíz de amargura que hablemos de manera positiva. cuando te pregunten¿Cómo estás? Es vital que respondas «excelente gracias a Dios». O si te dicen¿Cómo anda todo? Es bueno que respondas: «todo fabuloso, todo bien, maravilloso». Las palabras que expresamos son para bendición o maldición, así que resulta importante cuidar las palabras que expresamos.
En este mismo sentido, nuestras palabras son como una fuente. Es importante indicar que de una misma fuente no puede salir agua dulce y agua salada. Es necesario utilizar palabras positivas, alegres y entusiastas; ya que recibir palabras de una persona amargada, es como recibir veneno.
2. Evita ser sensible
La cultura latinoamericana es una cultura muy sensible. Aquí cuando le dices a una persona: «Ey, ven aquí», se ofenden. Enseguida expresan: «es una falta de respeto, me tiene que decir señor, señora». Así mismo, cuando no los saludas o dices algo que no les agrada, ya se sienten mal, se enfurecen y no te hablan más.
Es importante no ser sensibles, si algunas persona te gasta una broma, no ha pasado nada, si no te saludan o no te miran, está bien; a veces, la persona está apresurada, pensativa u ocupada y se le olvidó saludarte. Una persona que tiene paz en su corazón no se ofende fácilmente. Comprende y es empático con otras personas.
Es importante decir que en el momento en que realizo una enseñanza como esta, acerca de la amargura, algunos podrían pensar que es con ellos , y se sienten por eso. Es simplemente un mensaje para que cambiemos ciertas actitudes negativas que tenemos. No te tomes nada como personal, un verdadero hombre no es él que es machista o feminista, sino el que reconoce que se ha equivocado.
3. No te hagas películas mentales
Es necesario que expulsemos de nuestra vida toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. La amargura es una señal, un indicio de que algo anda mal en nuestra existencia, y en nuestro corazón. Significa que ciertas actitudes, palabras o acciones que realizan otra personas, nos afectan.
Así mismo, algunas veces nos volvemos peliculeros. Cuando dos personas se rien de algo, pensamos que es con nosotros. Cuando alguien expresa una broma, creemos que se está burlando de nosotros. Si pasamos por la casa de algún vecino y este dice algo en voz alta, pensamos que se está metiendo con nosotros.
Resulta de trascendental importancia que tengamos el carácter de los niños. Cuando los niños se pelean, al poco rato están hablando, y jugando, como si nada hubiera pasado. Si nos han ofendido, no pasa nada, así es la vida. Jesucristo fue lacerado, escupido, difamado y torturado, nunca sintió odio hacia sus enemigos. Hasta expresó: «perdónalos padre, porque no saben lo que hacen». Esa es la actitud que debemos tomar, ser fuertes y resistir al enemigo.
En este mismo orden de ideas, podemos indicar que la amargura trae consigo otros amiguitos, otros sentimientos negativos como el enojo, la ira, la gritería y la maledicencia. Es importante desterrar todas esas malas raices que interfieren y afectan nuestra paz mental y espiritual.
4. Practica la bondad y la amabilidad
Una de las mejores maneras de desterrar toda raíz de amargura de nuestro corazón es revestirnos de un afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia. Ser amables significa amar, comprender y empatizar con la otra persona. Consiste en no juzgar, sino aceptar y comprender a la gente.
Nuestro señor Jesús es nuestro mayor ejemplo de amabilidad y bondad. Su mayor acto de bondad fue morir y padecer en la cruz del calvario para el perdon de nuestros pecados. Nunca hizo acepción de personas, y trató muy bien a la gente; como en el caso de la mujer samaritana.
Lo opuesto a la amargura es la amabilidad que significa mostrarnos corteses, afectuosos y complacientes con las demás personas. Es la actitud de aceptar a la gente de nuestro alrededor con virtudes y defectos, porque reconocemos que ninguno es perfecto. Así como Cristo fue amable con la gente, así también debemos ser amables con nuestros semejantes.
5. Perdona
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mi?, ¿Hasta siete?. Jesús le dijo: no te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete. La mejor manera de quitar toda raíz de amargura de nuestro corazón es por medio del perdón.
El perdón es la llave maestra de la alegría. Muchos se sienten mal, se enferman tanto mental como físicamente cuando no perdonan. La gente con odio y resentimiento vive amargada, enojada y de mal humor; es una gran carga.
El perdón es una demostración de amor. Como la raíz de amargura daña nuestra paz interior, es menester expulsar todo rencor, resentimiento, venganza y enojo de nuestras vidas. Resulta necesario transformar esos sentimientos negativos en emociones positivas.
Así mismo, cuando de nos mete una piedra en el zapato andamos incomodos, no podemos caminar de esa manera; por lo que nos quitamos el calzado y sacamos la piedra. En este sentido, existen personas que cargan con el resentimiento por meses, años y décadas. Tienen una piedra en el corazón que no puede ser expulsada. Por medio del perdón quitarás esa piedra de rencor y resentimiento de tu corazón.
6. Cierra ciclos en tu vida
La raíz de amargura en la vida de una persona puede ser provocada por adversidades, sufrimientos, una relación truncada, la desaparición de un ser querido, no haber conseguido cosas importantes en la vida, etc. Es necesario que cierres ciclos en tu vida: olvida esa relación amorosa, no te preocupes por cosas que hiciste o dejaste de hacer hace muchos años. Acepta que ahora eres un nueva persona en este momento, más madura, más sabia, más dulce. Todo lo que ocurrió te dejó una gran enseñanza y no vas a tropezar con la misma piedra.
Así mismo, puedo indicar que algunas veces la raiz de amargura proviene de traumas en nuestra infancia. Quizás no fuimos totalmente amados por nuestros padres, en la escuela nos hacían bulling, otros fueron abusados. Es importante cerrar ciclos, perdonar y confiar en la maravillosa obra de restauración y sanidad que el omnipotente ha realizado en nuestra vida.
Quizás mucha gente no te valoró, te trataban mal, algunas veces te sentiste decepcionado y defraudado. Es importante que restaures tu vida, con paz, tranquilidad y paz interior; lo cual transforma ese corazón golpeado por las circunstancias adversas. Confía en el poder sanador y restaurador del todopoderoso.
7. Conserva una actitud de gratitud y alabanza
La raíz de amargura desaparece cuando posees una actitud de alabanza y gratitud en todo momento y lugar. Agradece por lo bueno y por lo malo. Agradece en tiempo de prueba y dificultad, agradece siempre. Es importante sentirnos bien y plenos por el sólo hecho de estar vivos. Es una Nueva y maravillosa oportunidad de ser felices, amar y compartir.
En el momento en que alabas y agradeces a creador de todas las cosas, tu estado mental cambia. Te sientes mejor, se renueva tu mente y corazón. Tienes razones suficientes para ser feliz. Nuestro señor Jesús arranca esa raiz de amargura y siembra en nuestro corazón amor, gozo, paz y gratitud.
Para terminar, puedo expresar lo siguiente: la raiz de amargura es bastante agria y venenosa. Carcome a la persona internamente y le roba su paz interior. La madurez espiritual consiste en tener un carácter apacible y dulce con el paso de los años, como el buen fruto que se hace más dulce y exquisito con el paso del tiempo. Hoy es el gran día para practicar la bondad, mansedumbre, amabilidad y afabilidad hacia los demás; la vida se hizo para disfrutarla, y para ser felices.