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8 Hábitos esenciales para desarrollar una ética profesional adecuada

¿Qué es la ética profesional y cómo puedes desarrollar hábitos éticos constructivos?

La ética profesional o derontología se define como el conjunto de normas, valores, deberes y obligaciones que mejoran el desarrollo de las actividades profesionales.

De igual forma la ética profesional marca las pautas éticas del desarrollo laboral, mediante la aplicación de hábitos y valores universales que posee cada ser humano; todo esto dentro de un entorno profesional.

A continuación describo 8 consejos para adquirir una ética profesional adecuada:

1. No le pongas precio a tu reputación, prestigio y honor

En mi opinión el mayor activo que poseemos es nuestra reputación, o la forma en que las demás personas nos consideran.

Puedo indicar que hacerse a un buen nombre o ganarse una reputación intachable tarda muchos años, pero puede perderse en un instante, con una mala decisión.

Uno de los grandes valores que resulta importante practicar es la integridad. Ser íntegros implica adquirir o desarrollar valores como la honestidad, transparencia y veracidad.

Los productos o servicios que recomendemos deben ser de gran calidad, y que satisfagan una real necesidad de tus clientes. La ética profesional implica ofrecer sólo lo mejor de tí mismo, para desarrollar excelentes productos y servicios, que ayuden a la mayor cantidad de gente posible.

2. Dale valor a tu palabra, respeta tus decisiones

Cada día se nos presentan situaciones en el ambiente profesional y laboral en la que se deben tomar decisiones. No es simplemente decir si o no, lo importante es que estamos empeñando nuestra palabra, y nuestro prestigio está en juego.

La ética profesional nos enseña a ser probados y veraces en todo. Lo mejor es que antes de tomar una decisión estudiemos los pro y los contra; y si no estamos seguros, posterguemos la decisión.

Respetemos las promesas y compromisos que hemos hecho. Si has empeñado tu palabra para ayudar a un compañero en una labor, no lo defraudes; si te has ofrecido como voluntario para esa organización benéfica, haz tu tarea. La ética profesional te ayudará a tomar la decisión correcta.

3. No te lo tomes como algo personal

La ética profesional nos ayuda a separar la parte laboral, de lo personal y familiar. Los problemas y conflictos suelen suceder por cuestiones laborales, más que por situaciones personales. No veas el problema como «tú contra los otros»; más bien como «nosotros contra el problema».

Recuerda que aunque los demás hagan cosas que no me agraden, yo decido si me afectan o no. Aquí la ética profesional nos enseña a «no tomarnos las cosas demasiado en serio».

El estrés profesional y laboral se presenta cuando adoptamos una actitud equivocada. Nos preocupamos demasiado y sobrevaloramos nuestra profesión, negocio o empleo. La ética profesional indica que debemos también valorar a nuestra familia y seres queridos, para no caer en la trampa de ser «esclavos laborales modernos».

4. Aprende a diferenciar lo correcto de lo incorrecto

Desarrollar una gran ética profesional significa tomar decisiones correctas, que nos entreguen una gran paz mental y una conciencia tranquila.

La paz mental y una conciencia limpia no tienen precio. Es importante cuidarnos para no caer en transacciones dudosas que empañen nuestra reputación y buen nombre.

La ética profesional implica hacer lo correcto siempre, aquello que vaya acorde a nuestros valores morales, éticos y religiosos. Haz tu mejor esfuerzo para no caer en «trampas» que puedan afectar tu honra, honor y buena reputación

5. No te escudes en la omisión «no sabía», «a mí jamás me dijeron»

La ética profesional tiene mucho que ver con el cumplimiento de la ley, acatar el código laboral y cumplir las normas de convivencia de las empresas.

En derecho existe una norma que establece: «el desconocimiento de las normas no exime en ningún momento, al infractor de las leyes». Es importante estudiar las normas y reglamentaciones vigentes, además de actualizarnos día a día.

La ética profesional nos ayuda a evitar la excusas más comunes para justificar fallos o actitudes negativas. Si desconocemos algo preguntemos o busquemos la asesoría de personas expertas, que nos ayuden a evitar problemas o errores graves.

6. Sé coherente en tu forma de pensar, decir y actuar

La mejor forma de desarrollar una gran ética laboral es ser coherente en la forma de pensar, decir y actuar. La coherencia es un valor que nos permite pensar en una determinada forma, hablar de acuerdo a esos pensamientos, y actuar siguiendo las palabras e ideas expresadas.

Hoy en día muchas personas practican la doble moral. Existen políticos que hablan de honestidad y transparencia, pero luego caen en la corrupción. Presidentes que hablan de paz y reconciliación, pero aprueban guerras absurdas; y empleados que hablan de eficiencia laboral, pero no entregan su mejor esfuerzo.

La ética profesional nos brinda la oportunidad de analizar nuestras actitudes, para desarrollar hábitos positivos que mejoren nuestra vida laboral y profesional.

7. No defraudes la confianza que los demás depositen en tí

La ética profesional nos permite desarrollar valores importantes para nuestro crecimiento personal como: la discreción, la responsabilidad, la puntualidad y la honestidad.

Existen secretos e información sensitiva de la empresa que deben mantenerse en reserva. Los dueños de empresas y gerentes le entregan mucha importancia a la confidencialidad de sus colaboradores; desvelar una información sensitiva sin autorización, es abuso de confianza.

Para desarrollar una ética profesional adecuada es necesario ganarse la confianza de los propietarios, administradores, clientes y compañeros con un comportamiento ejemplar, que demuestre respeto, colaboración, empatía, transparencia y honestidad total.

8. Respeta las opiniones ajenas, aunque no las compartas

La ética profesional se desarrolla en mejor forma mediante el empleo del valor de la tolerancia. Ser tolerantes significa respetar las opiniones, creencias o hábitos de las demás personas, aunque no estemos de acuerdo con todo esto.

Los compañeros o jefes laborales algunas veces pueden realizar comentarios que pueden estar «fuera de lugar», pero resulta aconsejable no contender; si no restarle importancia a las expresiones que no sean de nuestro agrado.

Es importante practicar la «humildad» para no parecer que lo sabemos todo, o para corregir o deslucir el razonamiento de otra persona. Cuando le decimos a un compañero, cliente o propietario que se ha equivocado abiertamente, estamos despertando su resentimiento; y herimos su orgullo y amor propio.

Hoy es el maravilloso día para practicar la ética profesional, con actitudes y valores adecuados para crecer a nivel laboral, profesional y personal.